Hoy comienzo mi countdown hacia la ruta de los 50 años. Recuerdo hace más de dos o tres décadas atrás
que pensaba cuán lejos estaba mi celebración de los 50 años. Para ese entonces,
luchaba con los falsos estereotipos sobre lo que nosotras las mujeres teníamos
que lograr a cierta edad así como con la ironía de la vida que en algunos
momentos de mi vida tuvieron algún impacto sobre la intensidad de mis pasos. En
ocasiones algunos pensamientos limitantes se unían al diálogo entre la voz
interior y la retórica retrógrada de la voz exterior que intentaban limitar en
ocasiones mis acciones.
Pero de inmediato me refugiaba en el discurso
de aquellas mujeres a través de la historia que me inspiraban...ya saben
aquella que llevaba la tea (Julia de Burgos). Transcurrían los años de mi vida
entre mis pasiones, viajar, la buena gastronomía, compartir con mis amigos, el
arte, la moda, la decoración, la familia, mi madre, la educación y Marshall’s,
por supuesto. Continuaba mi andar en la vida abriéndome paso hacia lo que me
ilusionaba desde las entrañas de mi ser demostrando siempre, cuán genuina y
valiosa podía ser. Luché por no ser como diría Julia de Burgos (mi escritora
favorita) lo que otros hubiesen querido que yo fuera. Así continuaba avanzando
enérgicamente en esta aventura de la vida... ¡Oye! en
ocasiones el ruido externo té distrae, intenta confundirte, te crea dudas, pero
te recuperas y sigues paso a paso luchando entre altas y bajas, por lo que es tu
inspiración, tus valores, tus creencias, tu pasión o tu estilo de vida ideal,
tu micro mundo. Entre paso y paso lo más probable es que la vida te expone ante
situaciones y experiencias (duras) transformadoras que solo con el pasar de los
años y con la madurez que trae consigo ese proceso es que descubres que la
única verdad es la que tú construyes, aquella a la que te aferras, que libera
tu ser. Te vistes de valentía, coraje y determinación para arrebatarle a la
vida todos los instantes de felicidad que se te antoja, el amor, las
oportunidades de vivir como eres: simplemente tú.
Un día te vez sin ropaje, sin maquillaje sin
los atuendos y aprecias quien eres con mayor amor, compasión, con mayor
felicidad y te liberas de ese peso absurdo de la voz externa. Encuentras en ese
espejo a la mujer que eres tal cuál siempre fuiste solo que ahora la vida
siempre vida te muestra las marcas de la vida, de tus historias, de las arrugas
de haberte reído y gozado a plenitud. Hoy tengo más anhelos, más sueños que nunca
que me permitirán seguir evolucionando hacia una mejor versión de mí, ser esa persona que solo en la desnudez de su
corazón se encuentra, me abrazo con mayor seguridad y mayor convicción de lo
que anhelo, pero más importante, de lo que NO quiere. Hoy se disipa la
angustia, la nostalgia, la lucha mental y emocional por todas esas fuerzas
externas que no componen ni una canción amarga. Hoy con esperanza, liviana de
espíritu y de pensamientos me rio de los falsos estereotipos y me abrazo...felizmente
me voy a disfrutar esta nueva etapa como una mid century power woman
(mujer de medio siglo)...fabulosa, bold,
inspirada, y con una convicción inquebrantable de mi propósito de vida y con la
fuerza interior de todas las mujeres que me ha inspirado en esta ruta. Con una
sonrisa amplia, poderosa y reflejando lo extraordinaria que soy. Soy una mujer
extraordinaria con la fuerza y claridad mental para contestar el por qué, el
cómo, cuándo, dónde, con quién. En paz con mis acciones durante esta ruta, sin
remordimientos o arrepentimientos...coincidiendo con algunos y dejando ir a
otros. Soy Myra sin etiquetas. Cuando me fui a hacerme mi nuevo look del cabello...conocí
a un compañero de Windy, que se llama Rafo y tuvo a su haber compartir algunas
historias que recibí con gratitud. En aquel momento, mientras me despedía de mi pelo me contaba su
historia de cómo afrontó un asunto de salud muy difícil y cómo ese evento
transformó en cómo él veía la vida actualmente a sus 50 y tantos. Me decía que
desde el 5to. piso se veía la vida mejor, estás más alto. Esa metáfora me
encantó y le dije que se la tomaba prestada. Así que ahí voy a marcar el botón
de subir, que llegue el ascensor que estoy ready
para subir al quinto piso, símbolo de
los cincuenta. Que comience la cuenta regresiva de los 50, este 28 de octubre
estaré lista para celebrarte, amarte y patearte el trasero.
Xoxo, Myra
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